Wikileaks sacará su nueva filtración en las próximas horas. Hace una semana incluso publicó un tweet afirmando que esta nueva entrega de archivos alteraría el curso de la historia de la humanidad. Decía: "En los próximos meses verán un mundo nuevo, donde se redefine la historia global". Assange y su equipo comenzaron así a generar incertidumbre y a contraatacar ante las presiones incesantes que han recibido después de su segunda e histórica difusión que puso en jaque al gobierno de Estados Unidos. Si bien para ese entonces no se sabía con certeza qué tipo de documentos filtraría Wikileaks, ya algunos medios como Daily Mail mencionaban documentos relacionados a cables de funcionarios del gobierno norteamericano enviados durante la guerra de Afganistán e Irak.

Hoy el gobierno de Barack Obama parece saber con certeza de qué va la nueva fuga de Wikileaks. Es más, el asesor legal del Departamento de Estado, Harold Hongju Koh, le ha advertido a Assange que su filtración traerá consecuencias graves. Esos documentos "se entregaron en violación de la ley de EE UU", señaló, por lo que dejó entrever que esta vez el gobierno de Obama no se quedaría de brazos cruzados.

¿Pero de qué va? Lo que Wikileaks tendría en su poder serían documentos privados enviados entre funcionarios de las 297 embajadas, consulados y misiones de Estados Unidos que revelarían comunicaciones internas y hasta posibles autores de crímenes de guerra. Una completa introspección a la diplomacia norteamericana. La cifra exacta sería de 251,287 cables y 8,000 directivas diplomáticas. Entre ellas 9,005 serían de los dos primeros meses de 2010, aunque la mayoría de los cables serían según la última actualización de Gawker a partir del 2004.

El gran rumor que ha invadido las salas de la Casa Blanca, el Pentágono y los medios norteamericanos es que Wikileaks sacaría esta nueva filtración hoy o mañana. De hecho, la organización ya habría enviado el material filtrado a los diarios con los que ha estado colaborando cada una de estas dos megadifusiones: New York Times, The Guardian y Der Spiegel. Incluso se sabe que la información que maneja el gobierno de Obama sería a través de conversaciones entre Harold Hongju Koh, jefe del Departamento legal, y los representantes de estos tres diarios. A nivel diplomático, Hilary Clinton se ha contactado ya con los gobiernos involucrados para medir las consecuencias de esta nueva filtración: Reino Unido, Israel, Australia, Noruega, China, Dinamarca y Canadá.

¿Censura?

Tanto Estados Unidos como Reino Unido se han reunido con los representantes de New York Times y The Guardian. El gobierno británico aseguró que no prohibirán la difusión de los archivos, aunque advirtió a los directores de los medios que tomen en consideración las operaciones militares del Reino Unido. Y es que el tema de Wikileaks se ha vuelto incierto y peligroso. Ahora hay varios tipos de presiones de uno y otro lado: el Pentágono hacia la organización de Assange y el gobierno de Obama hacia al New York Times y The Guardian para prohibir (o restringir) la difusión de ciertos documentos que pongan en riesgo la seguridad del Estado.

En las próximas horas las fichas de esta partida de ajedrez, detenidas en el tiempo hace un par de meses, volverán a moverse.

Actualización

Wikileaks acaba de denunciar que su página web ha sufrido ciberataques a su servidor y por ese motivo se encuentra caída. Sin embargo, señala que ya los documentos están en manos de El País, The Guardian, New York Times, The Spiegel y Le Monde.

David Leigh, periodista de The Guardian, ha revelado que el periódico inglés publicará esta noche los papeles diplomáticos secretos de EEUU.