Espionaje en Palacio de Gobierno
Una reunión del Presidente de la República con el Consejo de Seguridad Nacional fue grabada ilegalmente el 25 de mayo de 2007. En aquel entonces Fujimori aún se encontraba en Chile y campesinos cocaleros de La Convención aceptaban hablar con el Gobierno y suspendían huelga. En aquel entonces Telmo Hurtado se declaraba culpable de cargos de fraude y uso indebido de visa en Estados Unidos y Perú perdía 35 piezas arqueológicas por una subasta hecha por la casa Christie's.
En aquel entonces -25 de mayo de 2007- el Presidente Alan García se reunía en Palacio de Gobierno para una sesión del Consejo de Seguridad Nacional con el fin de resolver dos temas cruciales: aprobar el Plan Anual de Inteligencia y el planeamiento estratégico operativo para la lucha contra el terrorismo. Una sesión de carácter reservado. Una sesión de seguridad nacional.
Pero 3 años después, y nadie sabe cómo, los audios de aquella reunión llegaron a las manos de un ex funcionario del gobierno regional de Cajamarca llamado Henry Horna. El ex funcionario contó a Panorama que recibió un sobre que contenía un CD con varios emails y que pertenecerían a la cuenta abato4@gmail.com.
-Eran audios adjuntos a un correo que venían de una tal Anaís Guerra -confesó-, que era la que le remitía a Aníbal Balcázar.
El hombre a quien hace referencia Horna es el vicepresidente de Cajamarca. Según palabras de Horna, en los documentos donde se hallaron los audios figuraría el nombre del propio vicepresidente Aníbal Balcázar.
¿Por qué estaban a su nombre? ¿Cuál era el objetivo de esos audios? ¿Cómo los habría conseguido? Eso todavía es un misterio. Lo que sí se sabe es que el propio Balcázar negó en Panorama conocer la existencia de esos correos y el nombre de la tal Anaís Guerra. Otra de las hipótesis es que se trataría de un sembrado de enemigos de Balcázar.
-No conozco a ninguna Anaís Guerra, ni a nadie de inteligencia ni nunca he estado involucrado en conversaciones en Palacio de Gobierno -señaló el vicepresidente cuando le preguntaron sobre el tema.
Si bien el asunto aún es confuso y extraño, hay un hecho claro: hay audios que comprometen la seguridad nacional del Estado y nadie sabe cómo se filtraron. Un nuevo caso de espionaje en el propio Palacio de Gobierno.