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¿Qué significa ser ciudadano del primer mundo?

Publicado: 2010-09-13

Los ciudadanos del tercer mundo.

Hace unos días la directora de Huffington Post, Arianna Huffington, dio una entrevista a raíz de la publicación de su último libro "Estados Unidos Tercermundista: cómo nuestros políticos están abandonando la clase media y traicionando el sueño americano". El libro de Huffington hace hincapié en la importancia de la clase media como agente medular para la construcción de Estados Unidos como una nación demócrata y desarrollada. Y cómo, debido a los últimos acontecimientos que generaron la crisis económica a causa de montajes hipotecarios y un sistema financiero sesgado, dicha clase está desapareciendo y creando una sociedad polarizada. Para Huffington, Estados Unidos se está convirtiendo en un país de ricos y pobres, un país como Brasil y México donde los ricos viven en mansiones amuralladas vigiladas por guardaespaldas con el temor de que sus hijos sean víctimas de un secuestro.

Huffington enfila sus dardos - y la culpa de la crisis norteamericana- hacia dos grupos específicos: la avaricia de la élite corporativa y la negligencia de los líderes políticos. El propio Barack Obama había señalado que la clase media norteamericana había sido saqueada por largo tiempo y empujada hacia una tormenta inevitable. Sin embargo, hay una crítica mucho más profunda detrás de esos discursos, una crítica a su vez visceral y despiadada que pone en jaque a toda la sociedad norteamericana: ¿cómo el ciudadano del país más poderoso y ejemplar del planeta pudo caer en la tentación y descarrilarse a una de sus mayores crisis?

Los ciudadanos del primer mundo.

Hoy Gastón Acurio, en una entrevista dada a La República, ha dicho lo siguiente: "Para ser un país del primer mundo, primero hay que ser ciudadanos del primer mundo". Una verdad cristalina y contundente por donde se lo mire. No necesitamos viajar en trenes eléctricos ni andar en Mercedes Benz para alcanzar el ideal o arquetipo de ciudadano ejemplar. La infraestructura no debería (aunque lo hace) modelar nuestras conductas ni sensaciones personales. Puedo ser ciudadano del primer mundo si cumplo todas las normas en las que tengo elección o poder de decisión.

¿Pero qué implica realmente ser ciudadano del primer mundo? ¿Respetar las normas de tránsito? ¿Buscar un basurero peatonal para tirar un plástico? ¿Pagar a tiempo nuestros impuestos? ¿Elegir con criterio a nuestros líderes políticos? Sí, por supuesto, pero cada vez pienso que existe algo más que no está en las normas ni los objetos ni las infraestructuras. Karen Espejo de La República le preguntó a Gastón Acurio qué le diría a aquellos empresarios exitosos que tenían poca solidaridad para subvencionar la educación de jóvenes de escasos recursos. Acurio respondió: "Que todo peruano que tenga éxito tiene una responsabilidad histórica con el país, pues significa formar parte de una élite que tiene la obligación de devolverle a su país la suerte que ha recibido. Y si no la asume, lo único que está logrando es retrasar la oportunidad del Perú para alcanzar el primer mundo". Como Arianna Huffington con respecto a la sociedad norteamericana, Acurio ve ese mismo sesgo de polarización entre ricos y pobres.

El sueño peruano.

En realidad no se trata de subvenciones ni asistencialismo, sino de oportunidades. Y detrás de las oportunidades hay una actitud de desprendimiento y respeto hacia el otro que incluso la sociedad norteamericana perdió en su brújula histórica: el montaje financiero es una de las grandes muestras de descontrol y desequilibro social que caló hondo en el ciudadano de hoy. Va más allá de la avaricia o el egoísmo de ciertas élites o el abuso de una clase sobre otra o los sistemas económicos. Un ciudadano del primer mundo es alguien que ve en el otro la oportunidad de forjar un proceso en común y un autoconocimiento universal. Está más allá de las riquezas y los objetos. Está en la manera de pensar y concebirse como parte modular de una sociedad que prima la verdad ante la mentira. Y eso no se logra de la noche a la mañana. Eso se construye. Pero podemos comenzar por lo más práctico y esencial: para ser ciudadanos del primer mundo tenemos que pensar como ciudadanos del primer mundo.


Escrito por

Edwin Chávez

(Post)estructuralista, narrador sci-fi, cuentista metaliterario, pixel-prototipeador, {css: lover}, poeta [01]nario.


Publicado en

Sala de espera

"Yo no cometía el error elemental de mezclar al hombre con su obra, pero todo escritor sabe que la verdad está en la ficción". Martin Amis